AMIE no es la protagonista de una remake futurista de “Loco por Mary”, de la genial Cameron Díaz y Ben Stiller. Ni es tan divertida como ese ícono de la comedia de los 90´s. AMIE son las siglas de Articulate Medical Intelligence Explorer o en español algo así como “Explorador Articulado de Inteligencia Médica”.
Un sistema de #IA (#InteligenciaArtificial) para comunicación y diagnóstico médico, que tiene el potencial de revolucionar la práctica médica. En este artículo te contaré cómo funciona AMIE y por qué es un paso hacia una medicina más humana y eficiente.
¿Puede la IA acceder a las emociones y definir tu acceso al trabajo?Pero antes de meternos en la parte “aburrida” de explicar cómo funciona AMIE quisiera darte algo de contexto personal. Y creo que muchas familias se verán identificadas. Estos párrafos sólo tienen la intención de dimensionar el valor de los profesionales de la salud para luego, entender el potencial de herramientas de inteligencia artificial para la salud.
54 días que nos cambiaron la vida
El año pasado viví con mi heroica mujer 54 días de internación en terapia intensiva con nuestro bebé. Allí pude observar la labor incansable de los médicos y enfermeros. 54 días y 53 noches aprendiendo todo lo que podíamos. Sólo fueron suficientes las primeras horas para empatizar y entender, con admiración, que la medicina no es una profesión: es una VOCACIÓN.
Quienes no somos médicos o enfermeros vivimos una realidad distinta. Lejísimos de esa máquina imparable para salvar vidas. Durante la internación, siendo un padre “inútil”, aprendí el funcionamiento de una terapia intensiva infantil: sus cambios de turnos, los parámetros de un respirador asistido. Nos volvimos “expertos” en los remedios, saturaciones, frecuencias, niveles de oxígeno, tipos de catéteres, máscaras, etc. Cada palabra “incomprensible” que nos decían en los partes, era recurrir a un viejo amigo de mi época de estudiante, el Dr Luciano Perri (ejerciendo de amigo) o a BingChat para tratar de entender y para ayudar, para ser “útil”.
Pero lo que más aprendí es que los médicos y enfermeros necesitan ayuda. La asistencia de una Inteligencias Artificiales como AMIE puede ser el camino para encontrar esa potencial solución. Para ganar tiempo, para poder concentrarse en lo importante, para poder realizar interconsultas en tiempo real, para aprender a comunicar el dolor a la familia del paciente, etc.
Inteligencia Artificial en el Norte ArgentinoAhí es donde entra AMIE el fascinante paper publicado la semana pasada por Alan Karthikesalingam y Vivek Natarajan, de Google Research (https://research.google/).
AMIE no es un simple chatbot que responde a preguntas frecuentes o que busca información en internet. AMIE es capaz de razonar y dialogar con el paciente y el médico, haciendo preguntas relevantes, proporcionando información clara y precisa, y ofreciendo diagnósticos y tratamientos personalizados. AMIE se basa en un modelo de lenguaje avanzado que aprende de millones de datos clínicos y de conversaciones simuladas, adaptándose a diferentes enfermedades, especialidades y contextos.
Diagnósticos precisos y comunicación efectiva
Imaginemos juntos… (No cierres los ojos para imaginar porque no sé cómo vas a seguir leyendo, Cuack). Un sanatorio “X” de Tucumán se encuentra con su piso colmado con pacientes por dengue y covid. El equipo de médicos y enfermería corren en un baile sincronizado contra el tiempo y los virus.
Ese baile, al ser imparable se vuelve agotador. Los problemas personales de cada profesional se potencian ante el cansancio. El margen de error aumenta. Pero lo que no pierden nunca es su vocación por salvar una vida.
En medio de ese caos, podría surgir una esperanza: AMIE, un asistente inteligente que puede ayudar a los médicos y enfermeros a diagnosticar y tratar a los pacientes con dengue y covid. AMIE se comunica con ellos a través de sus teléfonos o computadoras, haciendo preguntas, dando diagnósticos, sugiriendo pruebas, explicando tratamientos, dando consejos y respondiendo dudas. AMIE se basa en un modelo de lenguaje que aprende de millones de datos clínicos y de conversaciones simuladas, adaptándose a cada caso y a cada persona. AMIE no solo es preciso y eficiente, sino también empático y claro.
Gracias a AMIE, el sanatorio “X” logra mejorar la calidad y la rapidez de la atención médica, aliviando la carga de trabajo de los profesionales de la salud y facilitando el acceso a la salud de los pacientes. AMIE se convierte en un aliado indispensable para el equipo médico, que puede dedicar más tiempo y energía a lo que más les importa: salvar vidas.
AMIE es un ejemplo de cómo la inteligencia artificial puede ser una herramienta poderosa para mejorar la salud y la sociedad, siempre que se use con responsabilidad y ética.
De paper científico a un producto funcional
Pasar del paper científico a un producto funcional es el gran desafío y requiere muchas horas de trabajo, experimentación y testeos. Mucha inversión y entrenamiento del producto y del modelo. De lo que se conoce como fine tuning (entrenar a AMIE para el sanatorio X).
Requiere, sobre todo, de un “equipo transdisciplinario de profesionales interactuando para alcanzar esa meta”, como me dijo allá por el año 2018 el Dr Juan Gustavo Corvalán (fiscal, profesor y experto en IA, co-creador de PROMETEA).
Allí es donde el potencial de AMIE, desarrollado en una interfaz conversacional amigable (un chatbot inteligente) en el celular del profesional, podría ser un aliado crucial.
Mediante la integración de AMIE en un bot conversacional, conectado a los sistemas del sanatorio y con acceso a historias clínicas, médicos y enfermeros podrían recibir asistencia en tiempo real para tomar decisiones más informadas y rápidas.
Un LLM (Large Lenguage Model: Modelo de Lenguaje Grande) experto en salud e integrado podría ayudar a salvar vidas. Facilitando a los profesionales centrarse en el aspecto humano de la atención. Es una inversión que estamos “obligados” a hacerla. Este año, cada peso que la “industria de salud” invierta en este tipo de soluciones será, literalmente, vital. Un terapista, con AMIE en su bolsillo, podría acceder a un resumen de las historias clínicas, un diagnóstico asistido por IA, basado en datos globales, y recibir recomendaciones de tratamiento personalizado y multidisciplinario, aumentando las posibilidades de una recuperación exitosa.
Para los enfermeros, AMIE podría significar un alivio en la carga de trabajo, proporcionando y automatizando recordatorios y sugerencias de cuidado, y asegurando así una mejor atención al paciente.
Se viene un año bisagra
El 2024 va a ser un año de consolidación de la inteligencia artificial aplicadas a muchas ciencias. Un año en que en vez de ver modelos más grandes, tal vez, veamos modelos más expertos y precisos.
Si te interesa profundizar el tema, te invito a googlear: “AMIE Google Research” o hacer clic en los enlaces o compartir tu visión en el foro de lagaceta.com.ar. Si sos un profesional de la salud seguramente vas a comprenderlo mucho más. Juntarse para empezar a caminar este camino de innovación no sólo será una necesidad sino casi una “obligación”. Sólos es más difícil, casi utópico.
Mi visión sobre lo que llamo la “Era de la Humanidad Aumentada” se materializa, también, con proyectos como AMIE. La Inteligencia humana (expertos) más la Inteligencia Artificial (Sistemas eficientes y poderosos) tienen el potencial de convertirse en una extensión de nuestras capacidades, reforzando la empatía y la eficiencia. Este será el próximo paso hacia una medicina más humana y más eficiente.
La inteligencia artificial nos acompaña en nuestro camino hacia una medicina más humana y eficiente. ¿Cómo podemos contribuir para lograrlo?
PERFIL
› Federico Lix Klett
Licenciado en Comunicación, consultor de innovación y co-fundador de Clever Hans AI, una startup que se dedica a integrar soluciones de inteligencia artificial en el entorno de Google Cloud a través de Vertex AI.
cleverhansai.com